Las versiones fueron distintas. Para los acusadores, se trató de un crimen. Los defensores sostuvieron que fue un accidente. Pero lo único cierto es que el peluquero que atropelló a un joven provocándole la muerte fue imputado por homicidio simple y seguirá detenido al menos 30 días más.
El sábado, a las 20 aproximadamente, en el barrio 20 de Junio, en San Cayetano, Rosa Victoria Ríos se encontró con su ex pareja Miguel Ángel Jiménez en la puerta de una casa ubicada en avenida Papa Francisco al 1.000 donde también funciona una peluquería. Hubo una discusión y Roberto Álvarez salió para tratar de poner punto final. Pero la discusión terminó agravándose.
Según la acusación presentada por el auxiliar Juan Pablo Godoy, con instrucciones del fiscal Carlos Sale, Jiménez se fue del lugar asegurando que volvería para romperle el vehículo. “La víctima regresó con un palo para dañar el vehículo de Álvarez. El acusado, al ver lo que sucedía, se subió a su Renault Sandeiro y lo embistió, creemos que por la espalda, aprisionándolo contra la pared de una vivienda vecina”, explicó.
Los defensores César Avellaneda y Mario Visuara rechazaron la acusación y dijeron que en realidad se trató de un accidente. “No tuvo intención de matarlo, sólo intentó defender de un ataque a su padre al que lo vio indefenso. Nunca negó haberlo atropellado y quedó a disposición de la Justicia”, explicaron durante la audiencia de ayer. “Estaba atemorizado por lo que podría hacer el joven. Llamó al servicio 911 y nunca le respondieron”, añadieron.
Ambas partes coincidieron en un solo punto: el ataque que sufrió el acusado luego del hecho. Godoy comentó que después de que se confirmara la muerte, un pariente de Jiménez atacó a balazos la casa del peluquero. Avellaneda solicitó que las autoridades mantengan la custodia policial ante el temor que se registren nuevas balaceras. El representante del MPF acompañó el planteo realizado a la jueza Laura Julieta Casas.
Contrapunto
“Me hago cargo de todo lo que sucedió. Me puse a disposición de la Justicia. No quise que esto pasara”, declaró Álvarez en la audiencia. “Estaba trabajando en mi peluquería y escuché la discusión. Salí afuera y Jiménez arrojó una botella que impactó en una de las ventanas que se rompió. Le pedí que se calmara, que se tranquilizara, pero me dijo que vendría a cobrarse venganza porque yo le decía a mi prima que no volviera con él”, explicó.
El peluquero también dio a conocer su versión del hecho. “Jiménez volvió con un objeto en la mano y pensé que se trataba de una ‘tumbera’. Fue al lugar donde estaba mi padre. Creía que lo estaba por atacar y por eso decidí poner la camioneta en el medio de los dos para que los problemas no fueran tan graves”, señaló. “Pero de golpe, él saltó sobre la camioneta. Intenté frenar, pero no pude hacerlo y por eso terminé atropellándolo. Lo primero que hice fue bajarme del auto e ir a pedir ayuda porque se trató de algo involuntario”, añadió.
“Crecimos juntos. Vivimos desde hace años en el barrio. Lo conocía y le decía que era un ‘chango’ inteligente y atractivo para que siguiera adelante. Es más, lo invité a que disfrutara de una reunión por el Día del Amigo.”, finalizó.
Al final de la audiencia, antes de que se definiera la situación procesal del acusado, la hermana de la víctima Rocío Jiménez pidió hablar. “Todo lo que él dijo no es cierto. Lo atropelló de gusto para matarlo. Lo digo porque fui testigo presencial del caso. Su padre, al que él supuestamente quería proteger, estaba con un machete en la mano para atacar a mi hermano”, señaló.
“Llegó ofuscado a la casa. Estábamos tomando mate con mi madre y, cuando observamos que llevaba una especie de látigo, decidimos tratar de frenarlo. No pudimos hacerlo y comenzamos a perseguirlo. Mi mamá se quedó a mitad de camino, pero seguí y observé claramente cómo él, en su camioneta, dio una vuelta y lo terminó arrollando intencionalmente”, explicó Jiménez.
La hermana del fallecido también desmintió que Álvarez haya intentado ayudar al joven. “Se quedó sentado en el auto. Mi mamá, a los gritos, le pegaba y le decía que moviera el auto para que pudiera ayudar a su hijo. El no hizo nada de nada”, insistió. “Nunca se agarró la cabeza y sufrió por lo que le pasó a mi hermano. Son todas mentiras. También se olvidó de informar que su padre me golpeó con el canto del machete. Tengo fotos de las secuelas del golpe”, agregó.
El auxiliar Godoy solicitó que se le dicte la prisión preventiva por 60 días al considerar que está investigando un caso que debe ser considerado como grave. Avellaneda, por su parte, rechazó el planteo porque el hecho se trató de un homicidio culposo.
La jueza Casas aceptó que Álvarez sea acusado de homicidio simple y a que se le dictara la prisión preventiva ante el peligro de que entorpeciera la investigación. Sin embargo, le dictó la medida preventiva por 30 días, la mitad del plazo que había solicitado el representante del Ministerio Público Fiscal.